La vida Zen todo a cien. Volumen 2
La emulación del estilo de vida Zen alcanza sus más altas cotas de charme en la decoración con piedras. Los rincones decorados con cantos rodados, si bien en ocasiones son utilizados como receptáculo de las deposiciones de canes y felinos, transmiten paz y sosiego al espíritu con una más que aceptable relación calidad precio.
Mientras trabajo a la par que caliento mis muslos otoñales con el tupperware informático cual braserillo, busco inspiración allende mis fronteras personales posando la mirada en diferentes elementos de mi entorno. Sobre la mesa una redecilla vacía de las piedras. Debe ser testigo de mis partos literarios lo menos desde hace dos semanas. Colgando de un fleje de nylon una etiqueta con la siguiente leyenda:
Decoratieve stenen
Alleen bestemd voor decoratie
Piedras decorativas
Solo para uso decorativo.
Piedras sólo para uso decorativo. Estos holandeses exportadores conociendo el carácter ibérico siempre presto a la enajenación y la cólera quizá teman que lapidemos a la adultera del quinto con ellas.
Y claro, nos advierten.
La emulación del estilo de vida Zen alcanza sus más altas cotas de charme en la decoración con piedras. Los rincones decorados con cantos rodados, si bien en ocasiones son utilizados como receptáculo de las deposiciones de canes y felinos, transmiten paz y sosiego al espíritu con una más que aceptable relación calidad precio.
Mientras trabajo a la par que caliento mis muslos otoñales con el tupperware informático cual braserillo, busco inspiración allende mis fronteras personales posando la mirada en diferentes elementos de mi entorno. Sobre la mesa una redecilla vacía de las piedras. Debe ser testigo de mis partos literarios lo menos desde hace dos semanas. Colgando de un fleje de nylon una etiqueta con la siguiente leyenda:
Decoratieve stenen
Alleen bestemd voor decoratie
Piedras decorativas
Solo para uso decorativo.
Piedras sólo para uso decorativo. Estos holandeses exportadores conociendo el carácter ibérico siempre presto a la enajenación y la cólera quizá teman que lapidemos a la adultera del quinto con ellas.
Y claro, nos advierten.
8 comentarios:
Es que los íberos no estamos acostumbrados a cómo se las gastan en el extranjero. En EEUU me contaron de una bolsa de cacahuetes que tenía la inscripción:
"Cuidado, contiene cacahuetes"
Luego no digas que no te avisaron.
Que edificio más completo...¡Incluye una adúltera!. Suba el precio del inmueble ipso facto.
Como en la vida de Brian, si eres mujer y quieres lapidar debes llevar barba postiza y cambiar tu trinar.
Zen a cien!
Adoro las piedras.
Los que etiquetan nos toman por tontos, el otro día leí "no ingerir" en un champú.
Ne jettez pas la pierre a la femme adultere, je suis derriere, que diría el bueno de Brassens
VALE, NOS GUSTAN TUS COMENTARIOS, POR AQUI SE VE TODO MUY ARMONIOSO.
exitos.
laureano y cecilia.
¿y aguantaste toda la comida asi?
el tio masticando y hablando, evidentemente, con la boca llena o medio llena y no le mandaste alli lejos??
¡que paciencia, reina!
Bueno, el comentario anterior es de la otra entrada; para esta etnrada (la de las piedras) decirte que no es lo mas patetico peripatetico que he encontrado en manuales de instrucciones, no aunque lo parezca; lo peor: aviso en una pluma estilografica de que hay qeu recargarla ¡y como!
penoso
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