Sintiendo la ineludible llamada de la cafeína, entro en una cafetería de camino a la Redacción.
En la barra, dos chicas negras impresionantes y el entorno testosterónico trastocadísimo. Los oficinistas hablan en voz alta, gesticulan y se ajustan el nudo de la corbata por turnos. Rodean a estas dos gacelas de melena setentera cardada al viento, cintura de avispa, labios de rubí, dientes de perlas, cuello de cisne. Y nuez.
Son dos transexuales emanando estilo y gracia más allá de todos los géneros y por encima y alrededor de los cruasanes y las caracolas. Desayunan en silencio. No llevan, aparte de las melenas, nada extravagante. Se diría que se han puesto de acuerdo para vestir igual. Vaqueros ceñidos, jersey de pico holgadísimo, a lo Jane Birkin y gafas de mosca. Pero son como vallas publicitarias, tan grandes que hasta lo más sencillo llama mucho la atención.
Las piernas de las divas dan tres vueltas al taburete antes de aterrizar en el suelo sin problemas. Miro mis patitas entaconadas colgando a veinte centímetros del pavimento.
Muerta de envidia y dejando rebotar mis pensamientos en los confines de mi triste uno setenta, pienso que más allá de los conflictos de identidad sexual, debe ser cansado desplegar una escenografía corporal tan inevitablemente aparatosa desde primera hora de la mañana. Apuro el café y dando un saltito desde el taburete inicio la retirada.
Más tranquila.
14 comentarios:
Nena mía,
La belleza de los transexuales resulta demasiado aparatosa, pero necesitan toda su envergadura para albergar tanto sufrimiento.
Yo, como tú, prefiero mi uno sesenta y levantarme por las mañanas sin problemas añadidos.
Un beso.
me encanta! siempre me he preguntado los motivos de tan excesiva "feminidad" de los transexuales y ese llenar todo el espacio que los caracteriza... creo que eulalia nos ha dado una linda respuesta.
Eulalia querida, me has dejado de piedra con tu agudísima y poética conclusión.
Un beso , saludos para todos.
No existen ideas, más oscuras e inciertas que aquellas de poder, fuerza, energía o conexión necesaria, las cuales surgen siempre en todas nuestras disquisiciones. Por lo tanto, en esta sección nos proponemos fijar, cuando sea posible, el significado preciso de estos términos, para eliminar así parte de la oscuridad que tantas quejas suscita en este tipo de filosofía.
saludos
cecilia coronado/
Buff, tia.-
Debe de ser cansadisimo andar llamando la atencion sin proponerselo se haga lo qeu se haga, se vaya donde se vaya y se diga lo que se diga como un faro en mitad de la noche; a veces debe ser abrumador.-
Hombre pues yo creo que ellos se sienten cómodos sobre sus taconazos, que esa forma de gesticular es una especie de juego que les gusta y que una mañana así está más llena de buenas cosas que de molestias.
Tengo la firme convicción de que cuando uno hace algo sin que nadie le apunte en la sien (ya sea simbolicamente o metaforicamente) lo hace porque realmente quiere y lo disfruta.
Menos mal que nací con la identidad sessual en su sitio: metro noveintaitantos más plataformas hubiera sido un exceso imperdonable, sin duda.
Me encanta la palabra de verificación, es de anuncio de refrescos:
phhssh
Lo mejor de todo seguro que era la indiferencia con la que ellos mirarían a todos los de su alrededor. Es parte del atractivo que despiertan en algunos.
Besos
No todos los transexuales tienen por qué ser iguales. Más que los transexuales, me preocupan aquellos que los cortejan ¿copas de más? De llegar más lejos, se encontrarán que el kinder viene con premio...
La diferencia está en que el transexual tiene que demostrar ser lo que no es.
Nosotras no necesitamos ser hiperfemeninas para que nos crean, somos lo que somos desde que tenemos memoria.
De todos modos hay mucha tilinguería, en buen porteño llamaríamos a eso: vivir de la parada.
mmmmm, conoci un trans de una belleza desarmadamente aparatosa, pero aparatosa hasta decir boina, y no puedo contar mas.
Desde luego, si trabajara Vd en Tecnocasa de Moratalaz no le pasarian esta cosas. Ni, mucho me temo, dibujaria tan estupendamente. Vaya lo uno por lo otro.
...cientosetenta, y le cuelgan a usted las patitas a 20 cm del suelo... ohhh, donde voy ahora, si no llego ni al cientosesentaycinco... nunca hasta hoy me había sentido tan bajita.
la transexualidad es increible. aca causan un furor cuando van en el transporte, es inevitable voltear a verlos, yo lo hago sin morbo, la mayoría los deboran inmediatamente.
¿Y ahora que hago con mi metro sesentainueve (setentaiuno si estiro el cuello)?
Una vez conocí a uno de los travestis más famosos del Perú en una fiesta. El me dio la mano. Si no hubiese sabido quién era, yo la invitaba al cine y luego a un helado.
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